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2.6 Ventajas e inconvenientes de la escritura china


No cabe duda de que el sistema de escritura chino, formado por miles de caracteres, es una de las características más atractivas y fascinantes de esta lengua. En la cultura china, los caracteres son objeto de una profunda veneración como una de sus señas de identidad más representativas. Este orgullo que despierta entre los hablantes de chino su sistema de escritura tiene como consecuencia, sin embargo, una cierta idealización de las ventajas comunicativas de los caracteres. Es habitual en China considerar que el sistema de escritura chino es superior en expresividad a los sistemas alfabéticos que se utilizan en otras lenguas. Pero frente a esta visión excesivamente romántica de los caracteres, debemos advertir de que la escritura china puede ser también con mucha frecuencia un obstáculo que dificulta la adquisición de vocabulario y su memorización efectiva. Por ello, es importante ser conscientes desde el principio de las ventajas y los inconvenientes del sistema de caracteres.

Empecemos primero por las ventajas. La principal ventaja expresiva del sistema de escritura chino es que la propia forma gráfica de muchos caracteres aporta pistas sobre su significado. Estos indicios semánticos en los caracteres chinos son bastante limitados pero tienen un cierto valor mnemotécnico. El caso más sencillo es el de algunos de los caracteres más básicos que tienen su origen como pictogramas. Hemos visto ya algunos ejemplos en las secciones anteriores, como el carácter rén persona, que muestra el perfil de un ser humano caminando, o el carácter , que significa árbol en chino clásico y que procede del dibujo de un tronco con su copa y ramas. Estos caracteres sencillos son fáciles de recordar pero su significado solamente resulta evidente cuando nos lo explican. Se ha de tener claro desde el principio que no hay nada en el sistema de escritura chino que permita deducir el significado de los caracteres mediante un mero análisis visual. Un segundo caso en que los caracteres nos dan pistas sobre su significado es el de los fonogramas que contienen un clarificador semántico en su estructura. Por ejemplo, la palabra árbol en el chino actual es shù, que muestra en el lado izquierdo el componente , que nos indica que se trata de un carácter relacionado con árboles o madera.

Un caso representativo de este último tipo de expresividad semántica de los caracteres, que apareció en la sección anterior cuando se introdujo el concepto de fonograma con el ejemplo de 螞蟻 mǎyì, hormiga, se encuentra en los numerosos términos para designar a distintos tipos de animales pequeños e insectos, que suelen compartir un elemento común en su escritura. Así, mientras que un estudiante de español que domine aún poco vocabulario tendrá que consultar su diccionario para conocer el significado de palabras como hormiga, murciélago, araña o mariposa, pues nada en la forma gráfica o fonética de estas palabras indica qué pueden significar, el estudiante de chino, al encontrarse con estas mismas palabras: 螞蟻, 蝙蝠, 蜘蛛, 蝴蝶 adivinará al menos que se trata de nombres de animales pequeños gracias al elemento que jalona la parte izquierda de todos estos caracteres. De manera análoga, los nombres de peces en chino suelen escribirse con caracteres que contienen el componente (ejemplo: 鱈魚 bacalao), mientras que los nombres de enfermedades suelen llevar el componente (ejemplo: 痲疹 sarampión) y los términos científicos modernos para los gases suelen llevar el componente (ejemplos: hidrógeno, helio, neón, etc.). Este tipo de ejemplos muestran cómo el carácter no estrictamente fonético del chino hace que de la mera escritura podamos a menudo extraer información semántica. Tal vez no sepamos qué es un 蝙蝠 en una primera lectura, pero al menos sabremos que se trata de algún bicho, mucho más de lo que un estudiante de español pueda deducir al encontrarse por vez primera con una extraña secuencia de letras como murciélago.

Frente a esta ventaja de la presencia de indicios semánticos en los caracteres chinos, desde el principio del aprendizaje nos encontraremos con el profundo inconveniente del carácter no estrictamente fonético de la escritura. El estudiante de español que se encuentra con una palabra como murciélago tal vez no sepa qué significa el término y tendrá que consultar su diccionario para descubrir que se trata del animal que en otras lenguas recibe nombres tales como bat, chauve-souris, Fledermaus o pipistrello, pero aun no sabiendo su significado sabrá cómo leer la palabra en voz alta. Por el contrario, el término chino 蝙蝠 contiene indicios gráficos de que alude a un pequeño animal, pero su pronunciación exacta nos será desconocida hasta que acudamos a un diccionario chino y, tras un arduo proceso de contar trazos y buscar entre los caracteres agrupados bajo el componente , logremos encontrar la pronunciación del primer carácter, biān, lo cual nos servirá, en la mayoría de los diccionarios chinos actuales, para buscar alfabéticamente esa sílaba, donde encontraremos y finalmente ¡el compuesto 蝙蝠 biānfú!

Conviene matizar, no obstante, que la pronunciación biānfú para los caracteres 蝙蝠 del ejemplo anterior es hasta cierto punto previsible. Como ya se explicó en la sección anterior, en estos caracteres que contienen un clarificador semántico la parte restante del carácter suele ser otro carácter más básico originalmente adoptado para representar la pronunciación. Así, en el carácter la parte de la izquierda es el clarificador semántico, mientras que la parte de la derecha es otro carácter, de pronunciación biǎn o piān, que suele aparecer como componente fonético de otros caracteres con pronunciación igual o similar (típicamente biān, biǎn, biàn, piān y piàn). De manera análoga, el segundo carácter del murciélago contiene el elemento , habitual en caracteres con pronunciación o . Tal como se desprende de las múltiples pronunciaciones posibles para estos dos ejemplos, es importante advertir una vez más de que estos componentes fonéticos no son demasiado fiables y solo indican de manera aproximada la pronunciación.

Pese a su escasa fiabilidad, la presencia de estos elementos fonéticos nos indica que el sistema de escritura chino no es en absoluto, como a veces se ha afirmado, un sistema ideográfico, que estaría formado por ideogramas que representarían directamente conceptos1. Aparte del alcance muy limitado del componente puramente pictórico o ideográfico de los caracteres actuales, debe tenerse claro que los caracteres son representaciones de sílabas del idioma hablado, no símbolos directos de conceptos. En este sentido, hemos visto ya como en el chino clásico el término para decir árbol era mientas que en chino moderno es shù. Aunque el concepto sea el mismo, se trata de dos palabras con pronunciaciones diferentes por lo que el sistema de escritura les asocia signos diferentes. Otro ejemplo análogo sería la existencia de dos sinónimos, uno clásico y otro de uso actual, para decir perro: quǎn y gǒu. La existencia de dos palabras de pronunciación diferente se corresponde con dos caracteres diferentes, ya que se trata de términos distintos, como lo son en español can y perro, aunque su significado sea el mismo.

La necesidad de aprender la pronunciación de cada carácter individual hace enormemente difícil la lectura de un texto chino en voz alta, ya que mientras el estudiante de chino no tenga un nivel de conocimiento léxico similar al de un hablante nativo, siempre se encontrará con caracteres cuya pronunciación desconozca. A esta dificultad de la lectura en voz alta debe añadirse la dificultad de la segmentación de los textos en palabras. Hemos comentado cómo el léxico chino moderno muestra una abundancia de términos polisílabos, pero el hecho de que los caracteres se escriban con un espaciado uniforme, sin ningún tipo de agrupación por palabras, introduce una dificultad añadida en la comprensión lectora. Al traducir un texto chino utilizando diccionario es muy importante reconocer bien los límites de las palabras, lo cual puede ser difícil en textos formales, como los de la prensa, en los que aparecen a menudo expresiones hechas procedentes del chino clásico y nombres no chinos transcritos en caracteres. Como ejemplo de esto, veamos el siguiente titular periodístico:

委內瑞拉召回駐哥倫比亞大使 2

Un estudiante de chino primerizo que intentara traducir este titular de prensa procedería a buscar cada carácter en el diccionario y seguramente se sentiría abrumado ante la cantidad de acepciones posibles de muchos de esos caracteres. Para poder leer y traducir el texto resulta conveniente pasarlo a transcripción al alfabeto latino. En la sección 2.8 veremos cómo se consulta la pronunciación de un carácter en un diccionario chino y en la lección 3 veremos la fonología del mandarín y el sistema de transcripción al alfabeto latino. Por el momento, nos basta con saber que la forma transcrita de la frase anterior es la siguiente:

wěi nèi ruì lā zhào huí zhù gē lún bǐ yà dà shǐ

Ahora la lectura es mucho más fácil. Bastará con conocer las reglas de pronunciación del sistema hànyǔ pīnyīn para leer la frase en voz alta, pero tenemos aún el problema de identificar la segmentación, es decir, saber agrupar estas sílabas en unidades léxicas (nombres y palabras). La agrupación es evidente para un hablante nativo, pero en el caso de los estudiantes extranjeros puede ser un proceso muy complejo, que se irá haciendo más fácil cuanto mayor sea el nivel de vocabulario alcanzado. La clave para la comprensión del texto anterior consiste en reconocer que aparecen dos nombres de origen occidental: Wěinèiruìlā es Venezuela y Gēlúnbǐyà es Colombia. Los caracteres que forman estos nombres se utilizan simplemente como aproximación fonética de la pronunciación original, sin que importe el significado que puedan tener en palabras propiamente chinas3. Al reconocer estos dos nombres, la comprensión del titular se reduce a entender los grupos de caracteres que representan auténticas palabras chinas: zhào huí zhù y dà shǐ. Teniendo en cuenta la tendencia del chino a las palabras bisílabas podemos aventurar que dàshǐ será una palabra y, en efecto, la encontraremos en el diccionario como embajador. En el caso de zhào huí zhù hay varias posibilidades: podría tratarse de tres palabras monosílabas, caso raro, o bien de una palabra bisílaba zhàohuí seguida de una monosílaba zhù, o bien de una monosílaba zhào seguida de una bisílaba huízhù. Una última posibilidad sería que se tratara de una palabra completa trisílaba. Consultando el diccionario y contemplando todas estas posibilidades encontraremos que el chino tiene en efecto una palabra bisílaba zhàohuí (hacer volver, llamar a consultas) y que zhù es una palabra monosílaba que se comporta de manera similar a una preposición para indicar el lugar en el que una persona o institución está establecido. De esta manera, vemos que la segmentación correcta del texto es:

Wěinèiruìlā zhàohuí zhù Gēlúnbǐyà dàshǐ

Y la opaca secuencia de caracteres original se ha convertido en una frase mucho más comprensible, en la que claramente se identifican tres palabras chinas (zhàohuí, zhù y dàshǐ) que debemos conocer para entender el sentido de la frase: «Venezuela llama a consultas a [su] embajador en Colombia». Así, vemos que el texto transcrito es más transparente que el texto original en caracteres, en el sentido de que, por un lado, la lectura en voz alta es trivial y, por otro, los espacios entre palabras y las mayúsculas de los nombres propios nos revelan con mayor claridad la estructura de la frase.

A lo largo de la primera mitad del siglo XX muchos intelectuales chinos abogaron por abolir el sistema de caracteres y adoptar una ortografía de tipo fonético. Si ese movimiento hubiera tenido éxito probablemente los periódicos chinos escribirían hoy en día titulares como «Venezuela zhàohuí zhù Colombia dàshǐ» y el aprendizaje del chino nos sería más fácil, pero también la cultura china habría perdido una de sus señas de identidad más destacables y, sin duda, la lengua china sería muy diferente de como lo es en la actualidad. La conservación del sistema de caracteres ha mantenido el vínculo entre el chino actual y la lengua clásica y es una de las partes más fascinantes del estudio del chino. No obstante, el uso de la transcripción para practicar la composición y traducción de textos puede resultar muy útil para interiorizar mejor la estructura de los textos, además de ayudarnos a recordar la pronunciación de las palabras chinas. Por ello, a mi juicio es recomendable compaginar la práctica de los caracteres con la escritura en transcripción, incluso de textos completos.

1. Un libro interesante que aborda las ideas erróneas sobre la naturaleza de la escritura china es The Chinese Language: Facts and Fantasy de John DeFrancis. El autor del libro acuñó la expresión el mito ideográfico (the ideographic myth) para referirse a esta visión errónea del chino como sistema ideográfico. En pinyin.info se reproduce el pasaje correspondiente del libro de DeFrancis.

2. Titular de una noticia publicada por la agencia oficial china Xīnhuá el 28 de noviembre de 2007.

3. En chino los nombres de origen extranjero se transcriben aproximando la pronunciación original con caracteres chinos elegidos de manera arbitraria. No existe pues un sistema de transcripción equivalente al silabario katakana del japonés. Pese a todo, hay algunos caracteres que son particularmente frecuentes en las transcripciones y que ayudan a reconocer los nombres extranjeros, como por ejemplo , , , luó, , , o .

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