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2.5 Relación entre caracteres y palabras

En la sección anterior vimos cómo la gran mayoría de los caracteres chinos son fonogramas que tienen su origen en la representación fonética de una sílaba. Debe evitarse caer en el error de ver el sistema de escritura chino como un sistema ideográfico en el que cada carácter representaría por sí solo un concepto. Tampoco debe caerse en el error de identificar los caracteres con nuestro concepto de palabra. Esta confusión, pensar que cada carácter es una palabra, es muy habitual entre quienes empiezan a estudiar el chino.

En realidad, esto es algo que ocurre a los propios chinos. El concepto de palabra, que se puede expresar en chino como , es un tanto ambiguo y entre los hablantes del chino es más habitual utilizar el concepto de carácter ( ) como unidad mínima del léxico. Por ejemplo, la longitud de los textos acostumbra a medirse en caracteres. Los caracteres corresponden a sílabas del lenguaje hablado, pero no existe una correspondencia uno a uno entre sílabas y caracteres. Hemos visto cómo la sílaba se escribe como cuando se trata de la palabra caballo, pero se escribe dentro de la palabra 螞蟻 mǎyì, hormiga. Para complicar aun más las cosas, muchos caracteres admiten diferentes pronunciaciones según el contexto, como , que puede pronunciarse xíng o háng, con significados diferentes. Una de las pocas cosas que sí se pueden decir de los caracteres chinos de manera general es que cada carácter corresponde a una sílaba en el lenguaje oral. Esta es la razón que dio lugar al falso mito, reiterado en algunos libros antiguos de lingüística, del chino como lengua monosilábica.

Así pues, cada carácter chino representa una sílaba, pero no siempre se trata de palabras completas. Hemos visto ya el ejemplo de la hormiga, 螞蟻 mǎyì, que se escribe siempre con dos caracteres inseparables. Muchos de estos ejemplos de palabras bisílabas se remontan a las épocas más antiguas del idioma, por lo que parece que siempre han existido palabras de varias sílabas en la lengua china. No obstante, es cierto que en el chino clásico se daba un predominio abrumador de palabras monosilábicas, lo cual sin duda determinó la asociación entre caracteres y sílabas en el lenguaje escrito. Una dificultad importante del chino escrito, que comentaremos en la sección siguiente, es el hecho de que los caracteres se escriben sin separación, lo cual hace difícil identificar los límites de las palabras en los textos si no se tiene un nivel avanzado de vocabulario.

La tendencia hacia un vocabulario polisílabo en el chino moderno se explica en parte por la pérdida de distinciones fonéticas en la evolución desde el chino clásico hasta la lengua actual. El chino antiguo tenía más combinaciones de consonantes, vocales y tonos que el mandarín moderno, lo cual permitía la existencia de un gran número de palabras monosilábicas claramente distinguibles1. Sin embargo, la evolución fonética de la lengua llevó a una simplificación del sistema de sonidos (por ejemplo, la pérdida de muchas consonantes finales), que tuvo como resultado la aparición de numerosos homófonos, términos con pronunciación idéntica. De la misma manera que en español podemos especificar vela de barco o vela de cera para aclarar una posible ambigüedad léxica, en chino las combinaciones bisílabas surgieron de manera natural para aclarar términos que resultaban ambiguos en forma monosilábica. Una de las maneras más habituales de construir estas formas bisílabas es el sufijo zi, originalmente una forma de diminutivo, que aparece añadido a muchos términos clásicos en el vocabulario moderno. Por ejemplo, las palabras mesa y silla se decían en chino clásico zhuō y respectivamente, mientras que en chino moderno se dicen 桌子 zhuōzi y 椅子 yǐzi. El estudiante debe aprender que zhuō es un morfema con el significado de mesa que puede aparecer como palabra independiente en chino clásico, pero no en el mandarín moderno, en el que siempre aparecerá bien en la forma bisílaba 桌子 zhuōzi o bien como parte de otros compuestos léxicos2. Otros ejemplos de formas bisílabas formadas mediante un sufijo comodín son las palabras 骨頭 gǔtou, hueso y 木頭 mùtou madera. En chino clásico se podría haber escrito simplemente y (este último, como hemos visto, también puede significar árbol), pero en chino moderno se utilizan siempre las palabras bisílabas, salvo como formas abreviadas en compuestos o en las expresiones de corte clásico que a menudo adornan la lengua escrita en registros muy formales. Además de este tipo de palabras que utilizan sufijos comodín como zi y tou, son también habituales los casos en que se recurre a expresiones descriptivas, como en el término rey: 國王 guówáng, que literalmente significaría rey de país. La aparente redundancia del término moderno es necesaria, sin embargo, para evitar la ambigüedad fonética de la palabra clásica wáng, que podría confundirse con otros términos de pronunciación igual o similar. Otro procedimiento habitual para generar el léxico moderno consiste en la yuxtaposición de términos sinónimos, como en el sustantivo ciudad: 城市 chéngshì.

Este contraste entre morfemas monosílabos y palabras completas bisílabas es muy habitual en el chino actual, pero también existen palabras completas que son monosílabas, como por ejemplo shǒu, mano. Existen también palabras que admiten tanto una forma monosílaba como una forma bisílaba alternativa. Por ejemplo, los verbos estudiar y buscar pueden traducirse simplemente como xué y zhǎo, pero también es posible utilizar los sinónimos bisílabos 學習 xuéxí y 尋找 xúnzhǎo. En estos casos, la transición entre el estadio monosílabo clásico y la forma bisílaba fonéticamente más clara no ha llegado a completarse y ambas formas conviven como sinónimas en el uso actual.

Algunas gramáticas y diccionarios utilizan las expresiones morfemas ligados y morfemas no ligados para distinguir entre los caracteres que aparecen siempre en compuestos polisílabos y los que tienen uso como palabras independientes3. Siguiendo esta terminología, el estudiante debería aprender caracteres como shǒu, xué y zhǎo como morfemas no ligados, es decir, utilizables como palabras completas, mientras que caracteres como guó y wáng serían morfemas ligados que aparecen siempre como elementos constitutivos de palabras completas como 國王 guówáng (rey), 王國 wángguó (reino), 國家 guójiā (país), 國内 guónèi (nacional) o 國際 guójì (internacional).

El hecho de que en chino las palabras puedan descomponerse en una subestructura de morfemas mínimos no debería sorprendernos, pues es algo habitual en todas las lenguas. Así, en español podemos explicar que teléfono está formada por dos elementos tele- (distancia) y -fono (sonido), pero eso no quiere decir que estos elementos sean palabras independientes. De manera análoga, la palabra china para decir teléfono es 電話 diànhuà. Descomponiendo esta palabra en sus dos caracteres encontramos en primer lugar diàn, que originalmente significó relámpago y ha pasado a utilizarse como prefijo para términos relacionados con la electricidad. En segundo lugar, encontramos el carácter huà, que significa expresión hablada. Este análisis etimológico no implica que los hablantes de chino piensen en el teléfono como una especie de habla del relámpago, del mismo modo que los hispanohablantes no piensan en teléfono como sonido a distancia. Se trata de compuestos plenamente lexicalizados que el hablante nativo asocia de manera directa al concepto concreto. El estudiante debería aprender que la palabra china que corresponde a nuestro teléfono es simplemente 電話 diànhuà, con sus dos sílabas y sus dos caracteres.

Incluso la identificación de los caracteres con morfemas debe tomarse con mucha precaución. La aplicación del principio rebus para generar nuevos usos de caracteres existentes a partir de su valor fonético ha llevado en muchos casos a que un único carácter se utilice en palabras sin relación etimológica. Por ejemplo, el carácter ān es originalmente un ideograma con el sentido de paz o tranquilidad, pero en chino clásico se utilizó también para representar el pronombre interrogativo dónde por el mero hecho de que esa palabra se pronunciaba igual. En este caso, el uso como pronombre interrogativo era fácilmente distinguible del uso como sustantivo, por lo que no fue necesario añadir un clarificador semántico. Debe evitarse pensar que esta coincidencia en la escritura de implique ningún vínculo etimológico entre el ān paz y el uso arcaico de ān dónde. Simplemente se trata de dos palabras diferentes cuya coincidencia fonética provocó también una coincidencia gráfica. Esta reutilización de caracteres ocurre a veces también de forma casual en términos bisílabos. Por ejemplo, las palabras 菠蘿 bōluó piña y 菠菜 bōcài espinaca tienen el primer carácter en común, pero no porque se hayan construido a partir de un mismo morfema primitivo, sino simplemente porque se trata de palabras bisílabas en las que se adoptaron unos caracteres por su valor fonético a los que se añadió el clarificador semántico de las plantas () siguiendo el mismo modelo productivo que hemos visto en 螞蟻 mǎyì, hormiga. Estos ejemplos muestran que es un error pensar que cada carácter corresponde a un único morfema o unidad etimológica.

También ha habido casos en que fue el carácter original el que acabó adoptando un clarificador semántico, cediendo el carácter primitivo a lo que inicialmente habría sido el préstamo fonético. Por ejemplo, el carácter yún fue originalmente un pictograma con el significado de nubes, pero acabó adoptándose para uno de los verbos con significado decir que tenía la misma pronunciación. Para diferenciar ambos usos, los escribas acabaron modificando el carácter original de las nubes añadiéndole el clarificador semántico de la lluvia , dando lugar al carácter yún. En el sistema simplificado actual, el carácter clarificado ha sido abolido y reemplazado por , con lo que se ha recuperado la coincidencia gráfica entre los dos morfemas. Otro ejemplo típico del desarrollo tortuoso que ha seguido con frecuencia la asociación entre morfemas y caracteres lo encontramos en el pronombre familiar de segunda persona del singular del chino clásico, actualmente pronunciado . Por parecido fonético, este pronombre comenzó a escribirse en la antigüedad utilizando el pictograma de la mujer, , y así es como aparece en inscripciones antiguas. A su vez, el carácter pasó a utilizarse también como préstamo fonético para escribir el nombre de un río de China, el Rǔ, pero en este caso se le añadió el clarificador semántico del agua: . Una vez consolidado el uso del carácter , este acabó usándose también para la segunda persona del singular, debido a su mayor proximidad fonética y a una menor posibilidad de confusión semántica, con lo que en textos más tardíos se utiliza como pronombre en lugar de , pero se trata simplemente de un cambio ortográfico para representar una misma palabra hablada.

A través de estos ejemplos, vemos cómo el estudio de los orígenes del léxico chino es un auténtico campo minado debido a esta falta de relación biunívoca entre morfemas y caracteres, lo cual puede dar lugar a muchas etimologías espurias.

1. De hecho, los dialectos del sur como el cantonés han conservado un uso mayor de términos monosílabos debido a su fonología más compleja.

2. Por ejemplo, los términos que designan tipos concretos de mesa, como 餐桌 cānzhuō mesa de comer o 書桌 shūzhuō mesa de escritura, pupitre.

3. Esta distinción entre morfemas ligados y no ligados (bound and unbound forms) se hace originalmente en el ABC Chinese-English Dictionary de John DeFrancis.

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